En 1551, enviado por el gobernador de Chile, Pedro de Valdivia, y partiendo desde Cuzco (Alto Perú), Francisco Villagra es el primer español en explorar la región cuyana, al mando de ciento ochenta hombres. El descubridor se relacionó de buena manera con los indios huarpes, y habiendo pasado el invierno junto a ellos, regresó a Chile. Muerto Valdivia, y a poco de haber sido destituido el propio Villagra como Gobernador de Chile, el nuevo gobernador, García Hurtado de Mendoza, hijo del Virrey de Perú encomendó al capitán Pedro del Castillo para que fundara y poblara Cuyo.
El 22 de febrero de 1561, Pedro del Castillo llegó al valle de Huentata y tomó posesión de la comarca enarbolando el estandarte real. Entre dos tormentas de arena fundó la nueva Ciudad el 2 de marzo, denominándola "Ciudad de Mendoza del Nuevo Valle de La Rioja". La ubicación inicial de Mendoza se situaba en lo que actualmente se conoce como La
Media
Luna en el Distrito de Pedro Molina, en el Departamento de Guaymallén, sobre la margen este del canal conocido actualmente como Cacique Guaymallén. La ciudad quedó bajo jurisdicción de la Capitanía General de Chile, aunque tanto esta Capitanía como todas las extensiones de territorio español al sur del istmo de Panamá en esa época formaban parte del Virreinato del Perú.
El 28 de marzo de 1562, fue trasladada situándose el nuevo emplazamiento al oeste del canal Cacique Guaymallén, en la posición actual de la plaza Pedro del Castillo. Este operativo estuvo a cargo de Juan Jufré, quien también se adjudicó el honor y el derecho a los premios monetarios de fundador de ciudades, que ya habían sido cobrados por Pedro del Castillo en la fundación original.
La ciudad conservó relaciones amistosas con los pueblos originarios que habitaban en la zona antes de la fundación. Los huarpes no fueron sometidos ni exterminados por la Conquista española, sino que simplemente se mestizaron e integraron con la población inmigrante española.
Ciudad Colonial
El motivo para la creación de la ciudad fue la necesidad de establecer un punto cercano como estación de paso para cruzar la Cordillera de los Andes en el camino comercial que iba desde el Río de la Plata hasta Santiago de Chile. Mendoza era una ciudad de descanso o invernada para el tráfico comercial y por ello en la época colonial era una ciudad importante. Según algunos historiadores, la ciudad era la segunda en tamaño dentro del país en la época de creación del Virreinato del Río de la Plata.
Al momento de su fundación, Mendoza formaba parte de la Capitanía General de Chile; pero al unirse la ruta de caravanas desde Buenos Aires y siendo ésta de mejor y más fácil acceso que el complicado camino a través de los Andes hacia Chile, en 1776, al crearse el Virreinato del Río de la Plata, Mendoza y el resto de Cuyo fueron asignados al nuevo virreinato.
Entre 1782 y 1783, por cédula real, Mendoza se convirtió en la cabecera de la Intendencia de Cuyo; pero luego de disolverse dicha unidad política, pasó a integrar la Intendencia de Córdoba del Tucumán.
Luego de la caída del Virrey Cisneros, y al llegar las noticias de la formación de la Primera Junta de Gobierno, los notables de la ciudad decidieron adherir a la causa y enviaron congresales a lo que luego se conoció como Junta Grande.
Ciudad Independiente
El Segundo Triunvirato en 1813 decretó que Mendoza, junto con San Juan y San Luis, formaran la Intendencia de Cuyo con cabecera en la ciudad de Mendoza y formada por tres sub-delegaciones o partidos.
Entre 1814 y 1817 fue el punto donde se preparó el Cruce de los Andes liderado por el general don José Francisco de San Martín, quien había sido nombrado Gobernador-Intendente de Cuyo y que contó con la colaboración activa de miles de mendocinos y cuyanos, incluyendo a las Patricias Mendocinas. Además de su labor militar, el general no descuidó su actividad como administrador de la ciudad dejando obras que perduran hasta la fecha, como la Alameda.
El 1 de marzo de 1820 se firmó el acta por la que Mendoza, San Luis y San Juan rompían los vínculos que los unían a la Intendencia de Cuyo adquiriendo soberanía como Estados provinciales independientes.
Ciudad Nueva
Gran parte de la edificación colonial fue destruida en el terremoto del 20 de marzo de 1861, que motivó la construcción de la Ciudad Nueva en la zona de la antigua Hacienda de San Nicolás, aproximadamente 1 km al sudoeste del área fundacional.
El paseo Alameda, creado por disposición del Cabildo en 1808 sobrevivió al gran terremoto y se convirtió en el centro de las nuevas construcciones y lazo entre las ciudad de las ruinas y la Ciudad Nueva.
La plaza Independencia y su cuatro concéntricas, las avenidas anchas y rectas con profusión de arboles y las amplias perspectivas son testimonios de los principios del nuevo urbanismo europeo en boga y que hicieron de Mendoza una ciudad "moderna".
Hacia la segunda mitad del siglo XIX, Charles Darwin visitó la zona y en sus escritos y diarios de viaje se pueden encontrar referencias de los aspectos culturales, geológicos, flora, fauna, etc.
A finales del siglo XIX, más precisamente en 1884 llega el progreso: el ferrocarril. Junto a las rugientes locomotoras llegaron también una importante cantidad de inmigrantes, principalmente de origen italiano, español, árabe y judío y con ellos la gran transformación de Mendoza.
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