Leyendas urbanas y fantasmas japoneses
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El último cliente
Una noche oscura que un taxista vuelve por una solitaria carretera de montaña tras haber llevado a un pasajero a su destino, pero mientras conduce, encuentra un nuevo cliente en el arcén de la carretera. Después de montarlo en el taxi, el cliente le da una dirección desconocida para el taxista pero el pasajero le comenta que él será quien le guía hacia el destino.
Tras conducir un buen rato cruzando pequeñas aldeas y campos, el taxista comienza a inquitarse. Siguiendo con la conducción y viendo que estaban en medio de ninguna parte, el taxista se gira hacia atrás y le pregunta a su cliente donde se encuentran. Al volver la cara para hablarle ve sorprendido que el cliente ya no está allí pero al volver su mirada hacia la carretera se da cuenta de que está al borde de un precipicio donde esta vez será la gravedad la que marque velocidad y destino.
Tras conducir un buen rato cruzando pequeñas aldeas y campos, el taxista comienza a inquitarse. Siguiendo con la conducción y viendo que estaban en medio de ninguna parte, el taxista se gira hacia atrás y le pregunta a su cliente donde se encuentran. Al volver la cara para hablarle ve sorprendido que el cliente ya no está allí pero al volver su mirada hacia la carretera se da cuenta de que está al borde de un precipicio donde esta vez será la gravedad la que marque velocidad y destino.
Las chicas en la escuela suelen ir en grupo al aseo para evitar encontrarse con Hanako-san. Cuenta la historia que las chicas nunca entran en el aseo número 4 pues alli habita Hanako-san, una chica que parece ser murió debido al acoso escolar que sufría y desde encontes su fantasma habita en los baños de las chicas del cole. No parece un fantasma muy agresivo pues sólo ha dado unos buenos sustos y poco más, sobre todo por la noche y aparece si se le llama, aunque a veces llama a la puerta del excusado ella misma. Existe una película llamada SHINSEI TOILET NO HANAKO-SAN.
Kuchisake onna

- ¿Soy hermosa?
- “Sí, lo eres”, le contesta el hombre y se gira para observar a la chica que se ha quitado la máscara dejando a la vista una boca desfigurada con cortes a los lados que le llegan hasta las orejas y al fondo culebrea su lengua…
Otras versiones de este mismo fantasma aparece en una calle cualquiera sorprendiendo a los viandantes (hombres en su caso) con la misma pregunta o también caza y desfigura a los niños aunque éstos pueden librarse de ella lanzándole una fruta para que los deje escapar…. Lo mejor es no responderle a la pregunta.
Botan Doro

La princesa Takiyasha
Esta es la historia de dos hermanos, también una de las piezas más populares del teatro kabuki. Narra la leyenda de la princesa Takiyasha, que trató de vencer a sus enemigos con la ayuda de fantasmas. Ella era hija de un noble que murió en el año 940 en una rebelión abortada contra su señor feudal. Tras la muerte de su padre, Takiyasha se hizo monja. Más tarde ella y su hermanastro conocieron el espíritu de una rana bruja, y ésta usó sus poderes mágicos para tramar una rebelión contra los enemigos de su difunto padre. Pero Mitsukuni, un guerrero enemigo, descubrió la maquinación, fue al palacio y venció a los humanos y a sus aliados sobrenaturales. Acá se muetra la lucha entre Takiyasha y Mitsukuni. La princesa ha hecho un hechizo para llamar a un enorme fantasma en forma de esqueleto. La aparición trata de atacar a Mitsukuni sobre una cortina de bambú caída, mientras el guerrero arrincona con su espada al hermanastro rebelde.

Yurei
Unos fantasmas muy cotidianos en Japón son los Yurei, que son fantasmas muy al estilo occidental que no han podido llegar a la luz por cuestiones pendientes, la mayoría de ellos por venganza y muchas veces mujeres.
Están hasta clasificados y no tienen porque ser necesariamente malos. Hay algunos como las Ubume, que son madres que murieron en el parto y su fantasma vuelve para cuidar de sus hijos y a veces les traen dulces. Los Yurei tienen la típica pinta de fantasma japonés con ropajes blancos y el pelo negro y largo y a veces con un triángulo de papel sobre la frente. Éste era el ritual típico de los funerales en la era Edo. Hay un par de historias populares sobre Yurei.
Unos fantasmas muy cotidianos en Japón son los Yurei, que son fantasmas muy al estilo occidental que no han podido llegar a la luz por cuestiones pendientes, la mayoría de ellos por venganza y muchas veces mujeres.

Una de ellas es la de Tokaido Yotsuya Kaidan que cuenta la historia de como Oiwa y su bebé recién nacido fueron envenenados por su marido Iyemon, un samurái pobre que acaba con la vida de su mujer para casarse con la hija del vecino rico. A Iyemon se le apareció su mujer desfigurada por los efectos del veneno cuando retozaba con su nueva esposa saliendo de una lámpara sobre ellos. Oiwa dice también que se vengará de cualquier actriz que represente su historia en el cine o el teatro.


Este es el pozo del que sale Okiku a contar los platos que rompió.

Los funay?rei son fantasmas de la mitología japonesa. Concretamente son los espíritus de los que han perecido en el mar. Se aproximan a la gente en botes o barcos y les piden un cucharón. Si se les entrega, empezarán a verter agua de mar en la embarcación hasta que se hunda.

Es un fantasma que de día es una mujer normal pero a la media noche su cuello crece desmesuradamente. Algunos dicen que es un monstruo que sale a cazar por la noche pero otros piensan que sólo sale por la noche a beberse el aceite de las farolas que alumbran la calle.

La yamamba no es la kogal pintada en plan oso panda, además es el nombre de la mujer de las montañas. Aunque tiene muchas apariencias, generalmente se la representa como una anciana fea con el pelo blanco y revuelo. Se dice que busca a excursionistas peridos para comérselos aunque también puede que ayude a los perdidos a encontrar el camino de vuelta a casa. Todo depende del humor con el que te la encuentres.

La historia cuenta que por la noche si te encuentras a alguien caminando cabizbajo, no le saludes, podría ser un nopperabo. Si le saludas, levantará la cabeza y verás que no tiene ni ojos, ni nariz ni boca…

La mujer de las nieves busca a gente que se ha extraviado durante un temporal. Es de piel blanca, pelo negro largo y muy hermosa. Cuando se encuentra a un perdido exhausto por la tempestad de nieve, los duerme hasta que mueren. En ocasiones se casa con un hombre normal al que finalmente mata.

Aunque por lo general no está bien recoger las cosas del suelo, un día de lluvia sin paraguas sería muy tentador encontrar uno en la calle ¿verdad? Pues si al abrirlo te encuentras con un ojo no digas que no se te advirtió, el paraguas se cerrará para engullirte y no volverás a salir de él… al menos no entero ^^U Puedes reconocerlo porque en vez de mango, tiene un pie ^^ Este fantasma pertenece el tipo conocido como Tsukumogami que son aquellos objetos que al cumplir 100 años cobran vida ^_^

Los gaki son fantasmas condenados a pasar hambre y sed eternamente ya que por mucho que coman y beban nunca serán saciados. Se les representa con la barriga hinchada por no poder comer.