martes, 5 de marzo de 2013

Recital de U2 en La Plata


Durante sus 35 años, U2 creció, evolucionó, arriesgó, se transformó, conformó, deformó. Ejército embanderado enSunday Bloody Sunday ‘83, cuarteto blusero en Rattle and Hum, usina de hits en The Joshua Tree , exploración en Achtung Baby , techno-dance en Pop y sinuosa creatividad en el siglo XXI, siempre intervenido por un compromiso social y político que le valió a su líder reconocimientos y críticas.
Todo eso fue el cuarteto irlandés, el miércoles, en su estreno argentino del U2 360° Tour , que desembarcó en el Estadio Unico de La Plata con su enorme “Garra”, una veintena de grandes canciones y un despliegue tecnológico jamás visto antes en el país.
En el mundo de Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen todo parece calculado a punto de que cualquier signo de espontaneidad despierta sospechas. En ese punto, la cuestión pasa por creer o no en la honestidad intelectual, y de la otra, que impulsa la maquinaria en que se convirtió la marca U2.
Pero después, o antes, de los análisis paramusicales, estuvo lo que la banda le ofreció a las 58 mil personas que colmaron el estadio. Y en eso, dio cátedra.
Desde el arranque de Even Better Than the Real Thing pisándole los talones a la S pace Oddity de Bowie de la intro - Rocket Man , en el epílogo, completaría la travesía espacial-, la noche transitó por un camino de saludables contrastes.
De los ‘90 a I Will Follow , y de ahí al presente de Get On your Boots y Magnificent , sin temporalidad definida, Bono (se) preguntaba: “¿Qué hora es en el mundo?” De la sensación de que Mysterious Ways (aun con inserts de las beatlescas My Sweet Lord y Norwegian Wood ) , y hasta la caótica Until the End of the World les salen de taquito , a la conmoción de la multitud saltando y cantando Elevation . “Son lo más”, soltó el cantante, antes de I Still Haven´t Found What I’ Looking For . Y de pronto, la parafernalia visual salió de foco, para regresar con las texturas que The Edge le inventó a Beautiful Day -más la beatle Blackbird -. Después, In a Little While con “chica del público que sube a escena para que Bono le cante”.
Con la garra otra vez como protagonista, la secuencia City of Blinding Eyes - Vertigo - I’ll Go Crazy If I Don’t Go Crazy Tonight abrió el paso al bloque político.
Sunday...
, primero, Scarlet después y Walk On como cierre de la tríada. Mientras, la pantalla y Bono hacían referencia a Libia, Egipto, a la dirigente birmana Aung San Suu Kyi, lanzaba algún “aleluya”, y activistas de Amnistía Internacional enmarcaban, con candiles, el primer falso final.
Más mensaje explícito. Desmond Tutu, subtitulado. La salud, la protección de los chicos y la educación en los países pobres. E implícito.
One y Mother of Disappeared , antes de Where the Streets Have No Name . Para el final -el de verdad-, Hold Me, Thrill Me, Kiss Me, Kill Me y With Or Without You como plataforma de despegue para el vuelo controlado de The Edge, Clayton en el punto cardinal opuesto del escenario, y Bono colgado del micrófono con forma de volante y refregando su cara contra la cámara. Mullen, donde siempre.
Una más, y nada más.
Moment of Surrender . The Edge al piano, el último paseo de Bono por la pasarela, el saludo para Gustavo Cerati, las gracias totales para todos, y “Amor, amor, amor y respeto”. El que quiera creer, que crea. Y el que no, su ruta.

Ficha
U2 360° Tour
Estadio Unico de La Plata
30 de marzo. Repite sábado y domingo.
Excelente 

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